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jueves, 9 de diciembre de 2010

Luis Alberto Acevedo


Luis Alberto Acevedo A. Primer mártir de la aviación civil chilena. Con sus propios medios costeó un curso de vuelo en Francia, dedicándose a difundir el vuelo en Chile por medio de exhibiciones. Muere en accidente de aviación al intentar unir en vuelo Concepción y Santiago, el 13 de abril de 1913.















                                           



Uno de los episodios más recordados de los orígenes heroicos de la aviación chilena, es la tragedia del piloto Luis Alberto Acevedo en el Bío Bío. Acevedo era un destacado campeón del Club Ciclista “Estrella de Chile”. 

Admirado con las hazañas de los primeros pilotos, se había dirigido a Francia por su propia cuenta para estudiar aviación, con muy pocos recursos. Cuando no pudo seguir cubriendo sus gastos, solicitó ayuda económica a Chile, dirigiéndose a Clodomiro Figueroa, presidente de la Federación Velocipédica de Chile. Luego de varias peripecias, éste forma una Sociedad de Aviación con su hermano, para financiar los cursos de Acevedo y adquirir un aeroplano destinado a exhibiciones en Chile.

A principios de 1912, adquirió un monoplano Bleriot, con motor Gnome de 50 HP. Tras ocho meses de privaciones, premunido del brevet de piloto y acompañado de un mecánico francés, regresa a Chile en marzo de ese año. Comisiones especiales se trasladaron a los Andes a recibir al nuevo aviador, que conquistó de inmediato una gran popularidad, debido a las noticias que publicaba la prensa de sus ensayos en Francia.
 

Se preparó una exhibición en la elipse del Parque Cousiño, que atrajo la atención de miles de curiosos. Un lamentable accidente, en el primer ensayo de vuelo, causó la rotura del motor, parte del tren de aterrizaje, la hélice y un ala del flamante Bleriot. Lo anterior agobió financieramente a la sociedad. Adquirieron un biplano Voisin, con el cual se reanudaron los vuelos con mayor éxito. El 11 de mayo de 1912, ante una gran multitud reunida en el Club Hípico de Santiago, Acevedo evolucionó en el cielo durante quince minutos, recibiendo una colosal ovación. La policía fue incapaz de contener al público, que se abalanzó hacia el aparato y paseó en andas al piloto. El orgullo nacional, estimulado por la prensa, se inflamó ante la hazaña.
 

Se realizaron vuelos de exhibición en Viña del Mar, y luego el Bleriot es embarcado a bordo del vapor “Palena”, para iniciar una gira al norte del país, que comienza en Antofagasta y sigue en Iquique. Se realizaron masivas exhibiciones, no exentas de riesgos y accidentes, pero que el público, que jamás había visto un avión, supo valorar. En un gesto altruista, típico de él, decretó boletería libre, para dar acceso a las masas de trabajadores. En otra ocasión, sobrevoló a la escuadra nacional, que se hallaba en la rada de Iquique, lanzando un mensaje que instaba a la creación de la aviación naval.
 

Acevedo resolvió dirigirse al sur, para intentar el raid Concepción-Santiago y recuperar su popularidad. Se detuvo en Chillán, donde obsequió a la ciudad un vuelo de exhibición el 25 de diciembre, el primero jamás realizado allí. Llega a Concepción en enero de 1913, donde realiza varios vuelos con gran éxito, alcanzando los 1.500 metros de altura. Acicateado por la experiencia de otros pilotos, que realizaban vuelos de distancia, ya no tuvo otra obsesión que unir Concepción y Santiago por vía aérea. Sus dificultades económicas, por desgracia, llevaron al embargo del Bleriot y a la pérdida de algunas piezas, que sólo pudo reponer con gran dificultad.
 

El vuelo se programó definitivamente para el 13 de abril. En San Pedro, en un potrero de la hacienda de Apolonio Benítez, realizaba Acevedo sus prácticas y preparativos. Agregó un nuevo tanque de bencina, que le permitía cargar 130 litros. Hubo varios intentos fallidos, en diversos días, lo que le llevó a declarar, en oscuro presagio: “O consigo realizar mi raid o perezco en él; quiero dar mayor gloria aún a mi patria”. Cuando sobrevolaba el Bío Bío, el motor se detuvo, una gran racha de viento lo volcó, cayendo al río, donde el motor hizo explosión. La muerte del piloto fue instantánea. La reacción del pueblo de Concepción, y luego de todo Chile, fue tremenda. Sus funerales fueron muy masivos y se le consideró un verdadero mártir.
 

En nuestra zona, el Museo de Historia Natural, ubicado en la Plaza Luis Acevedo, conserva los restos de la hélice de su malogrado vuelo final. Una escuela en San Pedro Viejo rinde homenaje a su memoria. Por su pionera valentía, merece ser recordado.
 
 AVIÓN MIRADO DE FRENTE DE LUIS ALBERTO ACEVEDO
FOTO DE LUIS ALBERTO ACEVEDO AL LADO
DE SU AVIÓN
HOMENAJE A LA MADRE DE LUIS ALBERTO ACEVEDO




ESTE ERA EL MODELO DE AVIÓN QUE PILOTEABA 
LUIS ALBERTO ACEVEDO 


2 comentarios:

  1. Estimado,

    Pertenezco al Club de Deportes Luis Alberto Acevedo de Lota. Le agradecería remitirnos cualquier tipo de información de interés a nuestro email clubluisacevedo@gmail.com
    Gracias
    Rodrigo

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  2. Estimados:
    la foto que tienen puesta corresponde a Clodomiro Figueroa, otro gran pionero contemporáneo a Luis Alberto Acevedo.
    Saludos,
    Alberto Fernández D.
    albertof50@gmail.com

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